Vinculan la carne roja con un mayor riesgo de diabetes

Las personas que comen mucha carne roja están en mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, mientras que las que consumen menos carne roja reducen el riesgo.

Esos son los hallazgos de un nuevo estudio de gran tamaño en Singapur en que participaron 149,000 mujeres y hombres de EE. UU.

Los investigadores hallaron que aumentar el consumo de carne roja puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un 48 por ciento.

"No hay necesidad de poner más carne roja en el plato: aumenta el riesgo de diabetes", señaló el investigador líder An Pan, profesor asistente de la Facultad de Salud Pública Saw Swee Hock de la Universidad Nacional de Singapur.

"Es mejor reducir el consumo de carne roja, reemplazándola con otros alimentos sanos, como frijoles, legumbres, productos de soya, frutos secos, pescado, aves y granos integrales", añadió.

Para el estudio, el equipo de Pan recolectó datos de tres grupos de estudios de la Universidad de Harvard: el Estudio de seguimiento de los profesionales de la salud, el Estudio de la salud de las enfermeras y el Estudio de la salud de las enfermeras II. Todos los participantes respondieron a preguntas sobre sus dietas cada cuatro años, lo que resultó en más de 1.9 millones de personas-años de seguimiento.

Hubo más de 7,500 casos de diabetes tipo 2, hallaron los investigadores.

Al comparar la dieta con los casos de diabetes, el grupo de Pan halló que las personas que aumentaron su consumo de carne roja en 0.5 porciones por día durante un periodo de cuatro años tenían un 48 por ciento más de probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2, en comparación con las personas que comían menos carne roja.

Además, las personas que redujeron su consumo de carne roja tenían un 14 por ciento menos probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2, hallaron.

Sin embargo, expertos externos plantearon argumentos sobre los hallazgos.

"Los estudios epidemiológicos realizados mediante cuestionarios no son precisos, y nunca prueban causalidad, sin importar qué tan grandes son ni qué tan buenas son las estadísticas", comentó el Dr. Joel Zonszein, director del Centro Clínico de la Diabetes del Centro Médico Montefiore, en la ciudad de Nueva York.

La interacción de muchos factores genéticos y del estilo de vida que provocan la obesidad y la diabetes tipo 2 es sorprendentemente compleja, y aún se está estudiando, añadió Zonszein. "Realizar un análisis de sección cruzada o epidemiológico produce preguntas, pero no respuestas", dijo.

Culpar a la carne roja de la diabetes es engañoso, apuntó William Evans, director de la Unidad de Rendimiento del Descubrimiento del Metabolismo Muscular de GlaxoSmithKline, y autor de un editorial acompañante en la revista.

Lo más probable es que la cantidad de grasa saturada que también se halla en muchos tipos de carnes sea la causa de la asociación entre la carne roja y el riesgo de diabetes, señaló.

"La carne roja no es el alimento malo que muchos dicen", aseguró Evans. "Hay muchos cortes de carne de res que son carne roja y que tienen una cantidad de grasa igual que una pechuga de pollo, y el rojo de la carne provee la forma más disponible de hierro entre todos los alimentos que consumimos".

Pero Samantha Heller, nutricionista clínica principal del Centro Médico Langone de la NYU en la ciudad de Nueva York, respondió que los estadounidenses comen demasiada carne roja.

"En 2012, los estadounidenses comieron un estimado de 166 libras (75 kilos) de carne por persona", apuntó. "Se trata de una cantidad enorme de grasa saturada malsana y otros compuestos que se hallan en la carne, como el hierro, el zinc y el N-nitroso, compuestos que la investigación sugiere que se relacionan con un mayor riesgo de enfermedades como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer".

"Un plato lleno de carne tampoco deja espacio para las verduras, los granos integrales y otras comidas saludables", lamentó Heller.

Zonszein tampoco culpa a la carne roja exclusivamente de la diabetes tipo 2.

"El mensaje de salud pública debe ser consumir una dieta saludable para el corazón y equilibrada con macronutrientes, y baja en grasas saturadas", aconsejó.

Sin embargo, añadió que "la ingesta excesiva de calorías no es buena, pero de vez en cuando como un buen filete con papas y lo disfruto".

"Si la causa del riesgo asociado es el contenido de grasa saturada y de grasas en total, el mensaje de salud pública debe ser reducir la ingesta de todas las fuentes, como el queso, la leche entera y la carne que sea rica en grasas saturadas, y no singularizar ningún tipo específico de carne debido a que sea roja", apuntó Evans.


Fuente: HealthDay