¿Cómo se diagnóstica la neumonía?

Neumonía de base derecha
El diagnóstico de la neumonía siempre comienza con la elaboración de una exhaustiva y correcta historia clínica, realizando un interrogatorio amplio en busca de síntomas y signos así como un examen físico detallado para buscar signos característicos. En particular, la auscultación de los pulmones puede revelar áreas donde se disminuye el sonido, sibilancias o sonidos crepitantes en las zonas afectadas. Algunas pruebas diagnósticas que se realizan habitualmente son los siguientes:


  • Una radiografía de tórax puede ilustrar si la neumonía está presente, pero no proporciona información sobre el microorganismo responsable de la infección.
  • En algunos casos, puede emplearse la Tomografía Axial Computarizada (TAC) de tórax. Esto revelará más detalles que los rayos X.
  • La Pulso oximetría, mide la cantidad de oxígeno en el torrente sanguíneo. La prueba consiste en un sensor unido al dedo o la oreja que no provoca dolor. Los niveles sanguíneos de oxígeno pueden disminuir en la neumonía.
  • Pruebas de microbiología para identificar el organismo causante. Las pruebas se pueden realizar en la sangre o mediante esputos. Pruebas de orina rápidas están disponibles para identificar Streptococcus pneumoniae y Legionella pneumophila. Los cultivos de sangre o esputo no sólo identifican el organismo responsable, si no también pueden ser examinadas para determinar qué antibióticos son efectivos contra una cepa bacteriana particular (antibiograma).
  • La broncoscopia es un procedimiento en el cual se inserta un tubo delgado e iluminado hacia la tráquea y las principales vías respiratorias. Esto permite al médico visualizar el interior de las vías respiratorias y tomar muestras de tejido, si es necesario. La broncoscopia puede realizarse en pacientes con neumonía grave o si la neumonía empeora a pesar del tratamiento antibiótico.

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