Circuncisión ¿Si o No?


Circuncisión: buena o mala
La circuncisión que ha sido objeto de controversia alrededor del mundo, en varias religiones es muy practicada y hasta obligada. Entorno a ella siempre hay discusión sobre dos variantes ¿Es necesaria o no? ¿Es beneficiosa o no? ¿Es recomendable, si o no?. Esperamos contestar esta dualidad a continuación.

Podemos definirla como el proceder quirúrgico en el que se corta el prepucio que cubre al glande (cabeza del pene) dejando este al descubierto de manera permanente. La circuncisión medicamente recibe el nombre de fimosectomía.

El proceder es muy antiguo, y ha sido practicado como ritual en algunas tribus y religiones. En los tiempos actuales además de esto, se hace con fines terapéuticos y hasta estéticos, en algunas regiones ha llegado a ser objeto de “Moda”.

La mayoría de las veces se hace al nacer, después de aplicar anestesia local se procede a cortar el prepucio que cubre el glande, tiene buena evolución, y se cuidan las condiciones higiénicas, asépticas y antisépticas no tiene por qué haber inconvenientes, si se omiten estas puede haber complicaciones como la infección. Es recomendable que lo hagan profesionales de la salud. De realizarse en adolescentes es recomendable la anestesia general.

Decidir si se le hace el proceder al recién nacido, es responsabilidad de los padres, pero puede influir mucho el pediatra recomendando o no el acto. Existe mucha controversia entre los beneficios o los riesgos que tiene esta cirugía.

Para algunos el prepucio cumple importantes funciones; al cubrir el glande lo protege de infecciones, evita en cierta medida la resequedad durante las relaciones sexuales y los inconvenientes que produce esto.

Por otro lado, otros consideran que el prepucio facilita las infecciones pues permite la acumulación de esmegma (grasa, bacterias, y mugre),  algunos argumentan que puede provocar ligera molestia durante el acto sexual al estirarse. O suceden accidentes durante la primera relación sexual, como desgarros que son incluso mas dolorosos y molestos que la cirugía.

Algunos doctores la recomiendan, argumentando que con ello se pueden prevenir diversas situaciones. Por ejemplo, al liberar el glande ya no puede producirse la fimosis o parafimosis (incapacidad para retraer el prepucio, por lo que el glande no podría descubrirse); facilitar la prostitis (inflamación del prepucio), balantitis (infección del pene), reflujo vesicoureteral con la consecuente infección de vías urinarias o de vejiga. También se cree que ayuda a prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual o que disminuye el riesgo de padecer cáncer.

Las autoridades del mundo recomiendan realizar la operación, aunque consideran que la decisión depende de sus padres o de la persona cuando sea mayor de edad y se deja a libre elección.

Los riesgos de la operación son los mismos que los de cualquier proceder quirúrgico. Estos aumentan si se realiza de forma inadecuada, o por personas no capacitadas profesionalmente. Es necesario, además la vigilancia posterior, para evitar complicaciones, hacer diagnósticos precoces, y se recomienda usar tratamiento antibiótico profiláctico.

Por tanto, la decisión es particular, si los padres deciden hacerla a un recién nacido es aconsejable contar con la asesoría de un pediatra. Si se deja esta elección al adolescente o incluso al adulto, debe de saber en que consiste el proceder, y asistir al medico para su realización. No olvidemos entonces la necesidad de enseñar a los niños desde edades tempranas a mantener una buena higiene íntima entre el prepucio y el glande.

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